La mejor parte de josé gregorio hernandez




La situación económica apretó en muchas oportunidades, por lo que cercano con sus estudios de psiquiatría se vio en la necesidad de acertar clases particulares para ayudarse a sí mismo y a sus hermanos. Llegó hasta cultivarse de un amigo sastre a hacer ropa masculina y se hizo sus propios trajes.

As a university student, he learned from a friend to tailor his own suits and shirts, which he continued to do afterward.

In keeping with his famously frugal lifestyle, José Gregorio lived in his office, and received both patients and people who came for personal, professional or spiritual advice.

Son muchos los que aseguran acontecer superado graves problemas de Sanidad gracias a su intervención divina.

“El día de ahora, nuestro Papa ha permitido el parecer positivo de cardenales y obispos del licasterio de las causas de beatificación y canonización que ha ratificado las virtudes de nuestro querido beato, que muy pronto será santo”, dijo el religioso.

El embajador de Hernández como sanador y hombre de Confianza caló hondo en el pueblo venezolano. Desde su muerte trágica en 1919, a causa de un atropello en Caracas, su figura se ha convertido en un símbolo de esperanza y milagros.

Los milagros atribuidos a él han formado parte de las historias de muchos venezolanos, y su imagen es omnipresente en la Civilización popular.

Es una rara avis josé gregorio hernandez Internamente de su producción intelectual centrada especialmente en las ciencias médicas. Deja claro lo que para él era una verdad irrebatible: que pensamiento y Seguridad no son antagonistas sino, antiguamente admisiblemente, las dos piernas de un mismo cuerpo.

Despite his frugality, he was perceived by his contemporaries to always dress in style. His presence at social events in Caracas was always in demand, as he was an excellent piano player and a skilled dancer.

Hernández es una figura extraordinariamente popular en su Venezuela natal, en la que muchos creyentes le atribuyen curaciones milagrosas.

He arrived in Isnotú in August 1888, and wrote a letter to Dominici a month later describing the dire situation he found.

Yaxury and her mother unexpectedly visited his office ten days after this conversation for a routine check-up.

In a letter to one of his aunts, José Gregorio told her “most of these people don’t have money; I won’t deny them an appointment and make them feel ashamed by telling me they have no money. God shall help.”

Maduro sugirió el 25 de junio que sabe de una persona que presuntamente trabaja en el Vaticano para impedir que se declare santo a José Gregorio Hernández, en una alocución transmitida por el canal del Estado venezolano, aunque no reveló su identidad.

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